Fiel a sus principales y todo va sobre ruedas, aunque sea en dirección al precipicio
lunes, 30 de junio de 2014
El colectivo crea ideas (Primera parte)
Me aproximo hacia la esquina que abrirá camino a mi destino. Por ella pasa un colectivo que me llevará hacia mi casa. En frente, doblando un poco, otro puede venir y ayudarme a llegar a mi hogar. Cualquiera de los dos viene bien. Son las nueve de la noche, hace bastante frío y el primero que se me cruza será el que tomaré.
A lo lejos veo luces rojas, signo vital para saborear la victoria. Un colectivo se aproxima. Está bastante lejos, así que decido ver hacia la otra parada a ver si viene otro, pero no. Ya está por llegar y decido pararlo haciendo el típico gesto con el brazo.
Subo. Error, su saldo no es suficiente. Genial. Le pido boleto a la primera persona que veo -párrafo aparte, si subís sin saldo hablá uno por uno, sino, no te responden. Conversá con cada uno, obligás a que te hablen-. No tiene, los de atrás tampoco. Hasta que llego a ver una mujer de unos 24 años que me dice: "Yo tengo, tomá". Con un gracias tomo la tarjeta y paso por el láser. Mi boleto salió exitosamente, y me dirigo hacia la muchacha.
-Yo: "Tomá, cinco pesos. No te hagas drama con lo que falta." (3.97 sale el boleto en mi ciudad)
-Joven: "No, pará que te doy un peso aunque sea".
-Yo: "No hace falta. Ese peso es el precio del tiempo que no me hiciste perder".
*La muchacha me mira y se queda pensando*
-Yo: "Sí, mi tiempo no vale mucho. Y como no creo el destino, es un agradecimiento hacia tu bondad. Nadie te iba a dar algo a cambio así que te pido que te quedes con el peso".
Luego de la conversación extraña que mantuve con la chica, me fui hacia mi asiento. Por suerte estaba bastante vacío, y pude elegir. En el individual, en la mitad prácticamente, que no entrara frío de ningún lado. Decidí sacar mi cuaderno, fiel acompañante de este vagabundo del saber, y escribí lo siguiente..